CompExcell Data recovery

DISPOSITIVOS RECUPERADOS

AÑOS DE SERVICIO

CLIENTES SATISFECHOS

¿Quiénes somos?

Somos una empresa especializada en la recuperación de información perdida de dispositivos de almacenamiento de datos con problemas y en la obtención de evidencias informáticas para casos judiciales (informática forense).

¿Porqué elegirnos?

Recuperación de datos rápida, segura y confidencial

Nos dedicamos exclusivamente a brindar este servicio especializado. Nuestras instalaciones nos permiten ofrecer rápida respuesta incluso para los casos más complejos. Ningún trabajo es demasiado grande o complejo para CompExcell. Nuestros protocolos y procedimientos están optimizados para que ningún caso quede sin solución. Incluso los casos que parecen menos complejos pasan por una serie de procesos para asegurarnos de que no surjan complicaciones que terminen impidiendo un buen resultado final. Esos procedimientos nos permiten también tener en nuestro laboratorio un control riguroso de todos los datos de cada caso. Durante la elaboración a menudo se generan varias versiones de la recuperación y todo tiene que estar correctamente documentado.

Líder en tasa de recuperación exitosa

Casi todos las consultas que recibimos provienen de profesionales de sistemas o de usuarios que ya recurrieron a un primer diagnóstico. A menudo tenemos que resolver varias capas de problemas: el original más los que se agregaron en tentativos fallidos de recupero. Estamos convencidos que no existe una fórmula mágica para el éxito sino que los buenos resultados se terminan consiguiendo siendo muy metódicos, no subestimando ningún problema. Midiendo, midiendo y midiendo. Documentando los problemas y ejecutando protocolos que en cada paso del recupero nos aseguren no empeorar la situación inicial.

Servicio gratuito de diagnóstico para todos los dispositivos con problemas de funcionamiento (hardware)

Nuestro modelo de negocio considera la oferta al público general de diagnóstico y evaluación de problemas de pérdida de datos. Aunque usted sea un usuario hogareño y no disponga de un gran presupuesto, le ofrecemos analizar su dispositivo con problemas para determinar qué perspectivas hay de recuperar sus datos, qué trabajo sería necesario y qué tiempos y costos habría que afrontar.

Miles de dispositivos recuperados

La permanencia de nuestro servicio a lo largo de las décadas redunda en un círculo virtuoso: más trabajos recibimos, más problemas resolvemos y una mejor y más conveniente prestación podemos ofrecer.

30 años de experiencia en dispositivos de almacenamiento de datos

Una empresa joven se jacta de sus años de experiencia. Al alcanzar la madurez podría avergonzarse. ¿Qué se puede interpretar de una gran perseverancia?  Sin dudas unas cuantas cosas se hicieron bien. Seguramente la respuesta es el amor por la tecnología y la indiferencia por los “emprendedorismos” no motorizados por una vocación auténtica.

Atención personalizada

“Non quantitas sed qualitas” dice el proverbio latino. La cantidad de trabajos y la aproximación científica a su resolución no nos hacen olvidar que cada persona y cada pérdida de datos requieren un tratamiento singular.

Nuestras piedras miliares

  • Desde 1985 especialización en tratamiento medios magnéticos.
  • Desde 1988 servicio de recuperación de datos informáticos no accesibles por medios convencionales.
  • Desde 1998 servicio de informática forense.
  • 2002-2006 operación del laboratorio de CompExcell en Roma
  • Desde 2003 recuperación de datos de dispositivos basados en memorias nand flash.
  • Desde 2010 especialización en recuperación de datos de dispositivos encriptados.

Nuestra historia

Nuestra experiencia en tratamiento de medios magnéticos se inicia en los años 1985-1987, cuando comenzamos a trabajar con unidades de discos CDC-Control Data Corporation, Wang, Digital, Prime e IBM, realizando reparaciones electromecánicas y electrónicas a nivel componente (es decir, detectando la cantidad mínima de componentes dañados de un circuito). En esa época se extraían las cabezas de las unidades de disco para limpiarlas y se alineaban con osciloscopio los mecanismos para optimizar la lectura de las señales de servo. Claro que los platos magnéticos tenían doce pulgadas de diámetro y la capacidad formateada era de 15 MB por superficie.

A partir de 1987, comenzamos a trabajar también con discos de norma ST506 (Seagate ST4038, ST225, ST238R, Kalok, Kyocera, etc.) En nuestro laboratorio realizábamos reparaciones de plaquetas electrónicas, reemplazábamos cabezales, motores, platos magnéticos y recuperábamos datos de discos rígidos no operativos. Ya en aquel entonces dialogábamos con los microprocesadores de los primeros discos ATA enviándoles comandos a través del puerto serie. Ese era el modo, por ejemplo, de dejar operativos los ST157A luego de ponerles platos vírgenes.

En aquellos años, el alto costo del hardware y la todavía baja informatización de las empresas hacían que la gente se preocupase más por dejar operativos los discos que por recuperar la información perdida. Pronto, esta tendencia se revirtió. El costo del hardware pasó a ser irrelevante en comparación con la importancia que adquirieron los datos.

A partir de 1991 desarrollamos algunos instrumentos para la verificación y reparación de dispositivos informáticos. Por ejemplo una máquina para controlar, testear y alinear unidades de diskette. Una grabadora de servo para discos rígidos. Un circuito para testear fuentes de alimentación. Una plaqueta para leer los códigos POST (power on self test) de los motherboards a los efectos de diagnosticarlos.

En 1995 dejamos de ofrecer el servicio de reparación de discos rígidos. La diversificación de marcas y modelos y la disminución de costos del hardware hacían poco atractiva esa prestación.

Un conocimiento teórico profundo de los dispositivos de almacenamiento y de los file systems empleados por los sistemas operativos, nos posibilitó desarrollar técnicas y herramientas de hardware y software para recuperar información no accesible por medios convencionales de dispositivos magnéticos dañados o degradados. No hay mejor herramienta ni mejor manual que los que construye uno mismo en base a la teoría y las mediciones y experiencias que se realizan día tras día.

A partir de 1998 comenzamos a ofrecer servicios de informática forense. En 2001 nos propusimos ofrecerlo más activamente en asociación con una de las consultoras “Big Five” pero lamentablemente estábamos en las vísperas de que se convirtiesen en “Big Four”.

2002 fue un año de dolor y decisiones para muchos argentinos. Como cura nos propusimos clonar nuestro laboratorio de la calle Tacuarí en otra parte del mundo: Italia, Roma.

Debimos evitar que nuestros clientes argentinos notasen una disminución de la calidad de nuestras prestaciones y tuvimos que ofrecer desde el primer momento un servicio excelente a los italianos, condición fundamental para que, a través de la recomendación, nuestro negocio prosperase. En pocos meses, todo se encaminó y a un año de la apertura en Roma, obtuvimos un espaldarazo definitivo con la recomendación de PC Magazine Italia, que nos distinguió como el mejor servicio de recuperación de datos de Italia (ver detalles). A la vez, estábamos resolviendo problemas de recuperación de datos a quien habíamos creído que sería nuestro mayor competidor, una empresa de Milán con ilimitados recursos financieros y tecnológicos pero un cierto déficit de ingenio.

En Italia enfrentamos desafíos mucho más grandes que en la Argentina. Al tratarse de un país industrializado y desarrollado, muchos laboratorios europeos y estadounidenses compiten por una porción de ese mercado. Allí competimos con gigantes multinacionales de esta industria como la noruega Ibas y la estadounidense Ontrack.

En 2003 comenzamos a investigar sistemáticamente los problemas de pérdida de datos de dispositivos basados en memorias nand flash (memorias de cámaras, pendrives, discos de estado sólido). Para ello construimos varios kits de desarrollo en base a las especificaciones de los fabricantes de memorias y microcontroladores. Obtener un volcado en bruto de una memoria flash es la parte menos ardua. Lo más complicado es determinar en qué orden el microcontrolador ubicó los datos en las celdas de memoria dado que no se graban como en un disco rígido sino más bien como en un raid, es decir, el espacio direccionable se divide en stripes o tiras y luego se las combina de un cierto modo para optimizar la performance de lectura y escritura. Ese modo varía de fabricante en fabricante, de modelo en modelo.

En 2010 habíamos acumulado suficiente experiencia acerca de discos encriptados como para salir a ofrecer específicamente ese servicio. Percibimos la tendencia irreversible a la encriptación en discos de usuarios corporativos y creamos el sitio desencriptacion.com.ar donde hacemos referencia a las soluciones de encriptación más empleadas por nuestros clientes.